Nos apoya

Nos apoya
En este proyecto nos apoya la Obra Social La Caixa

jueves, 8 de abril de 2010

Enfermedades Neuromusculares y ayudas para la movilidad

Bajo el término de enfermedades neuromusculares se agrupan un conjunto de más de 150 diagnósticos distintos.

Todas ellas tienen una evolución distinta, pero su característica común es la pérdida progresiva de fuerza muscular.

En muchas ocasiones esta debilidad va afectando progresivamente a la movilidad de las piernas. Eso hace que la persona afectada tenga cada vez más dificultades para subir y bajar escaleras, rampas, correr o caminar largas distancias.

Cuando la persona se encuentra en esta situación, el equipo médico que le atiende (sobre todo el médico rehabilitador, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional) pueden sugerirle el uso de algún dispositivo de apoyo para la marcha y para ser más independiente en su movilidad personal.

Es importante prolongar la marcha de la persona afectada durante el mayor tiempo posible, así como la posición de "estar de pie". Por eso, uno de los primeros dispositivos que se recomienda son las ortesis largas o bitutores. Estas ayudas, que se colocan desde el tobillo hasta la rodilla, se utilizan para prolongar la marcha y para ayudar a la persona afectada a seguir caminando.

Una vez que este tipo de marcha se vuelve muy difícil y la fatiga aparece de forma temprana, el médico rehabilitador puede recomendar el uso de una silla de ruedas manual para fuera del hogar y para distancias largas. Aunque se piense lo contrario, la silla de ruedas ayudará a la persona a aumentar su nivel de independencia en los desplazamientos por la comodidad: se sentirá menos fatigada, podrá recorrer mayores distancias y no tendrá que depender tanto de una tercera persona.

La silla de ruedas eléctrica se utilizará una vez que aparezca debilidad en los miembros superiores que impida el manejo de la silla de ruedas manual.
La silla de ruedas eléctrica dará una mayor independencia a la persona afectada y permitirá a ésta desplazarse con comodidad tanto dentro como fuera del hogar. Hay incluso las que tienen un sistema de bipedetación que permiten a la persona pasar de la posición sentada a la de pie.
Sin embargo, es muy frecuente que las barreras arquitectónicas y urbanísticas dificulten el desplazamiento y el acceso de las personas que utilizan estas ayudas para la movilidad de espacios y edificios de uso público. Esta debe ser una lucha constante que emprendemos desde las asociaciones de personas con discapacidad de cara las instituciones públicas para que apliquen los medios necesarios para eliminarlas.


La prescripción de las ayudas para la movilidad la realiza el médico rehabilitador, pero es el terapeuta ocupacional y el fisioterapeuta quienes se encargan de adaptar esta ayuda a las características de la persona afectada.

Los terapeutas ocupacionales del proyecto PrevenTO aclararán cualquiera de vuestras dudas referidas a los dispositivos de apoyo para la movilidad personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario